LOLO ROVIRA    Y   SUSI CORRALES "SUKO"
 
"No se esfuercen en parecer personas, es mucho más fácil serlo".


¿Sabías que tu cuerpo habla tanto o más de ti que tú mismo?

 A la hora de comunicarnos y de expresarnos no sólo es importante la comunicación verbal, sino también todo aquello que transmite nuestro cuerpo; muchas veces, incluso, sin ser conscientes de ello.

La forma de mostrarte ante los demás logrará que tus ideas sean aceptadas de una manera  u otra.

Por regla general, a todos nos gusta dar una imagen de personas seguras y competentes; presta atención a tu cuerpo y sácale el mejor partido.

           *Paso firme. Camina de forma erguida, con los hombros hacia atrás, la cabeza alta; pero no exageres, se podría confundir con arrogancia y  superioridad.

           *Tu cara. Por algo dicen que la cara es el espejo del alma; préstale especial atención.

           Taparse o tocarse la boca cuando se está hablando puede dar la impresión de que se está intentando ocultar algo. Si se hace mientras se escucha  puede indicar que la persona cree que se le está ocultando información.

           Tocarse la oreja es una manera inconsciente de bloquear las palabras que  se escuchan. Si tu interlocutor lo realiza mientras hablas puede significar que desea que interrumpas la conversación.

           Tocarse la nariz puede representar que alguien miente. Este acto tiene una explicación científica; cuando se miente se liberan unas sustancias, catecolaminas, que inflaman el tejido de la nariz provocando picor. También sucede cuando alguien se molesta o se enfada.

           *Apretón de mano. Da la mano con firmeza y seguridad, sin apretar en    exceso.

           *Tu mirada. Mira de manera directa, pero no intimidatoria, a los ojos de la persona con la que  estás conversando; este gesto transmite confianza e   interés por el tema  que se está tratando.

           *Una sonrisa. Todo es más agradable con una sonrisa. Pero sé prudente.  La naturalidad y el sentido común te ayudarán, es decir, no muestres una sonrisa hipócrita, ni pretendas alabar las opiniones de la otra persona con  una sonrisa si su rostro no te lo indica.

           *Tus brazos. Unos brazos cruzados, por muy cómodo que te encuentres  con esta postura, reflejan una actitud crítica y alejada.

           *Tus manos. Las palmas de las manos abiertas denotan sinceridad y honestidad; todo lo contrario al puño cerrado.

           Entrelazar los dedos de las manos transmite una actitud ansiosa,   reprimida o de negatividad.

           *Tus pies. El pie adelantado casi siempre apunta hacia donde querrías ir.  De igual manera, en una reunión social apunta hacia la persona que consideras más interesante o atractiva.

           Si el pie apunta hacia la puerta de salida en lugar de hacia ti está claro que tu interlocutor quiere terminar la conversación.

           *Tus piernas. Sentado con una pierna elevada apoyada en la otra muestra una postura competitiva y dispuesta a la discusión. Tampoco te conviene sentarte con las piernas muy separadas, un gesto típicamente masculino, porque te haría parecer dominante y territorial.


Fotografía de Pixabay